Conozca las tendencias del mercado Evaluación de la deuda mundial

Evaluación de la deuda mundial

La deuda mundial asciende a casi tres veces el producto interior bruto (PIB) mundial, lo cual ha llevado a que tanto las instituciones financieras internacionales, como otros observadores, emitan advertencias sobre la acumulación potencialmente insostenible de la deuda en la economía. En el informe, ofrecemos un amplio panorama general de la acumulación de la deuda desde la crisis financiera y analizamos minuciosamente los acontecimientos y las vulnerabilidades de regiones y sectores individuales.

Los temas incluyen:

  • Deuda pública: ¿el final de la QE activará los incumplimientos?
  • Bancos: ¿después de diez años de «arrepentimiento» surgen nuevos «pecados»?
  • Mercados emergentes: gran diversidad, pero pocos riesgos sistémicos
  • China: un camino complicado para salir del endeudamiento excesivo
  • Deuda corporativa: disminución de la calidad en las franjas en crecimiento
  • Bienes inmuebles: algunos mercados sobrecalentados, pero deuda menos tóxica

La conclusión clave del informe es que parece haber una serie de focos de riesgo específicos. Sin embargo, esa inestabilidad «sistémica» parece menos probable de lo que suele percibirse. Una de las principales razones es que el apalancamiento en nuestro propio sector, la banca mundial, ha retrocedido significativamente desde la crisis, aunque hay algunas áreas nuevas de elevado apalancamiento del sector financiero fuera del sistema bancario formal.

Muchas economías avanzadas, así como China, han visto un incremento marcado en la deuda pública o la deuda relacionada con entidades públicas .No obstante, los riesgos de una crisis declarada parecen bastante moderados: las presiones del mercado en cierta medida imponen disciplina a más largo plazo, mientras que los bajos tipos de interés reales aumentan la sostenibilidad de la deuda. Mientras tanto, el potencial de crecimiento de China parece ser suficiente para mantener el apalancamiento bajo control, aunque a costa de un poco de «represión financiera» continua.

Un área final de riesgo elevado es la deuda corporativa no financiera. No cabe duda que la calidad crediticia se ha visto afectada en determinados segmentos del mercado. Sin embargo, incluso a este respecto, el informe concluye que los riesgos parecen un poco más limitados que en el último período de fuerte tensión, es decir, de 2000 a 2002. Claramente, todas estas conclusiones son provisionales y deben revisarse continuamente. Lo más destacado es que las perturbaciones políticas o económicas significativas que surgen «fuera» de los mercados de deuda en sí podrían dar lugar a repentinos aumentos no lineales en el riesgo.